Se puede? Es eso posible? Aprender kitesurf en un día?
No, parece que no, vamos, no creo … o … igual si.
En todo caso tiene que ser un auténtico Superman! Un mismísimo Adonis de la naturaleza kitesurfera. Vamos, vamos a ver a través de estas lineas y estas fotos si ello es posible …
Como algunos dicen que una imagen vale más que cien palabras, vamos a ver si ello es cierto. De ahí el montón de fotos que de Tomeu -así se llama nuestro héroe y nuevo socio de nuestra Asociación- tiene a bien en llamarse, o a que le llamen, para ser más exacto.
Si así a primera vista, un Adonis del kitesurfismo no pinta, un canijo tampoco parece. El mozo esta fornido y aunque sin llegar a la categoría de atleta seguramente no llega, tampoco se puede decir que el chaval a mitad del día -de tres horas de clase- se nos viniera abajo.
El tio aguantó tres horas, más una que le regalé porque me cayó simpático desde el principio, sin parar. Unido a ello, osea, al esfuerzo físico necesario para librar tal batalla, el considerable esfuerzo de temperamento y dotación psíquico/moral requerida (al cincuenta por ciento) para aguantar mi bronca continua, mis constantes e innumerables correcciones y mis berridos con la máxima del: Sube la barraaaaa! tal como se iba alejando de mi y perdiendo él la capacidad auditiva … y yo la paciencia.
Total, así seguía la cosa, repitiendo él, con regularidad neumática por su parte -osea, PUM – PUM – PUM, toda su recién adquirida retahila de errores sin fin, a la vez que descaradamente seguía ignorando completamente mi vano intento -gritos y susurros , más de lo primero que de lo segundo- de que volviera a la realidad y bajara de la nube en que el cerebro de todo alumno se refugia cuando, con la machaconería cabezona propia del ser humano, uno se empeña en vano en seguir con los ojos clavados en la cometa.
O, de otra manera, dicho en arabe de Sa Pobla, cosa que tampoco creo que entienda: no primo!, no siguir tu mirando cometa, que tu enfada professor … y a mismo tiempo, tu hace ridiculo.
Vale, en realidad ese lenguaje es mitad moro mitad alemán afincado en Sa Pobla -de haber alguno que haya tomado tan curiosa e inexplicable decisión-. Que de todo hay por estos mundos de Dios.
En fin, disquisiciones dialécticas al margen. Aquí van las fotos del susodicho, en la que, claramente se puede apreciar su más que evidente progresión -no tanto su fino estilo-
Pero reconozcamos que el hombre estaba en su primer día de clases reales, osea, de las de verdad, así que … no queda otra que aplaudir su coraje, su éxito y su innegable resistencia a too lo que se le echase encima…
Después de aguantar bajo mi enseñanza y tutoría 4 horas, ya sólo por ello, el chaval. Que digo! El mostruo! se merece una gran ovación.
Tomeu en sus primeros 10 minutos de clases de kitesurf en Mallorca
al ratico, su cuerpo ya se está deslizando majestuosamente sobre las aguas ayudado por la generosa tracción del kite «tipo foil» de Flysurfer.
la mano firme pero amigable de Rich le acerca el tablón
se posiciona firmemente en los footstraps y … un momento … arto ahí!!! … que hacen esas rodillas puntiagudas asomando del agua?
Pero, vamos a ver … cuantas veces te he dicho yo que las piernas estiradas, eh? … Estiradas como si de la -en este caso, de las- patas de palo de un pirata, se tratase.
Estira las piernas martin! Por los clavos de Cristo, estira las piernas que voy p’allá y te las crujo … las dos!
pero aunque no me ha hecho ni caso, el jodido, se eleva ´sobre el líquido que le rodeaba un instante antes
… por un segundo vacila en el aire, pero casi de inmediato -con la suerte que acompaña a los tontos, o en este caso, a los principiantes suertudos-
empieza a romper la inercia, tímidamente, hacia alante
-estoy escribiendo de coña, de ahí las faltas de ortografía a propósito-
y parece que si!, el empujón de la brisa viene llegando … hasta que …
el mágico tirón se produce y arranca ya sin remilgos por sobre el líquido elemento
Que satisfacción, que goce, que velocidad … que todo!
dale p’alante titán! Esto es vida! … lo demás, sólo supervivencia …
al mismo tiempo, sin darse ni cuenta, en la distancia, el muchacho, va descubriendo nuevos horizontes
horizontes tales, para ser exactos, y sinceros, los que hay 200 metros más allá de donde partió en origen
razón por la cual, y ayudado de milagro, por su ciertamente algo débil memoria
decide parar y darle p’al otro lado
en previsión de innecesarios alejamientos que pudieran derivar ellos en posibles complicaciones
si acabase cerca de la carretera, por ejemplo … cosa esta que no va a pasar
porque mis plegarias han sido escuchadas allá en lo alto y ya corre él gozoso hacia el lao contrario
llegando casi al punto de partida …
momento en el que con cierta inexplicable gracia y elegancia y en un inesperado giro de dirección
cambia de sentido de nuevo. Cosa ella que, a su vez y paulatinamente le va a ir alejando, esta vez si que ya …
clara y notoriamente, más y más y hacia lo lejos, de mi paternal presencia
en un frenesí de velocidad y sin demasiado derivamiento
cosa ella – en realidad, TODO ello, milagroso donde los milagros haya
y que es de agradecer, tanto desde el punto de vista de su seguridad
como desde el verme yo librado ya de la necesidad de mis gritos porque esta claro que si antes no los oía de cerca, ahora de lejos, aún menos
se ha ido alejando más y más, mientras que, aún potenciado él por el poderoso trapo volador
va yendo y viniendo en ese casi milagro que ha sido el de aprender kitesurf en un día, en una sola jornada, de tres horas + 1 solamente -para ser exacto- y así, dichosamente, transcurre la cosa, triunfando a izquierda y derecha …
pues nada más que reseñar salvo el éxito absoluto de nuestro querido Tomeu
Y sólo queda ya, desearle una larga y prolífica vida de éxitos kitesurfísticos y que vaya apareciendo cuando pueda, para ir limando esas pequeñas aristas que pudieran hacer falta limar, para que su seguridad física -y la de los otros- sea total, y así seamos todos felices y comamos perdices … como decía el cuento.
Felicidades Tomeu. Felicidades y hasta pronto.